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¿JUANETES? Cuida la salud de tus pies

El juanete es una deformidad que afecta al primer dedo del pie, y que hace que, en vez de estar direccionado hacia adelante, se incline hacia el segundo dedo. En la base del dedo gordo crece hueso extra y un saco lleno de liquido, y hasta puede ocurrir que el dedo gordo rote en dirección hacia los otros dedos, llegando a montarse sobre el segundo. Esta desviación del dedo gordo provoca un bulto en el borde interno del pie que es lo que se conoce con el nombre de juanete.

Su formación se debe, fundamentalmente, al uso de un calzado inadecuado que no respecta la morfología del pie en anchura o en longitud, lo cual tiene efectos negativos no solo en el desarrollo del juanete, ya que cuanto menor es la superficie de apoyo en el tacón, mayor son las presiones localizadas, sino también en el sistema musculo esquelético. La afección puede volverse dolorosa a medida que la protuberancia empeora, sobre todo con la presión de los zapatos. Se trata de una afección muy común en el embarazo, momento en que el ligamento tibial no trabaja como debiera debido al aumento de elastina, la proteína del tejido conjuntivo cuya función es proporcionar elasticidad, imprescindible para la gestación y el parto, pero que lo vuelve más elástico y blando.

 

CORREGIR A TIEMPO

  1. Aunque no se trate de una herencia genética del juanete, sí se hereda la forma de pisar “en valgo” por lo que si en la familia existen antecedentes, conviene hacer un estudio biomecánico de la pisada en una clínica podológica para prevenirlo. Este estudio permite además, diseñar plantillas personalizadas utilizadas para repartir de forma correcta la descarga y controlar la excesiva pronación, sin atrofiar la musculatura del pie.
  2. Existen férulas o correctores especiales para juanetes, que se deben usar de forma constante durante un tiempo determinado para corregir la deformidad del hueso. Estos correctores, además, ayudan a calmar los dolores y pueden evitar una intervención quirúrgica. Las férulas de silicona que se colocan entre el primer y segundo dedo pueden reducir la fricción interdigital y evita el desarrollo de callosidades.
  3. En cualquier caso, hay que usar un calzado con espacio amplio para los dedos, anatómico y que garantice un buen soporte, de manera que la persona pueda desempeñar todas sus actividades cotidianas con comodidad y seguridad.

 

TACONES “LEJANOS”

Problemas que pueden originar el uso de un tacón inadecuado:

  1. Con el zapato de tacón la carga en el ante pié pasa del 33 al 83% con lo que la presión máxima casi se triplica y la presión media, dato más significativo, se duplica. Este dato, objetivo y cuantificable, además de la formación de juanetes, implica también la presencia de dolor a nivel del ante pié, las denominadas metatarsalgias, típicas del uso abusivo de este tipo de calzado. La variedad clínica de las meta (bursitis subcapital, bursitis ante capital, síndrome de pre dislocación, fibrosis peri neural de Morton, neuritis intermetatarsial, fractura de estrés…), hace necesaria la intervención del podólogo para establecer el diagnóstico adecuado y, por lo tanto, un tratamiento personalizado.
  2. Por si fuera poco, la altura de tacón, además de alterar la relación de cargas en el pie, altera la postura.El uso de tacón produce, además de un acortamiento de toda la cadena muscular posterior, un adelantamiento del centro de gravedad. Esto es compensado en la pelvis por una anteposición pélvica (lo que produce una ligera rectificación de la curvatura lumbar y la consecuente apariencia de zona glútea prominente). A su vez, desplaza el tronco hacia delante, lo que es compensado con un aumento de la cifosis cervical con el consecuente dolor en esta zona, y la presencia de un pecho adelantado, típica postura que se adopta en el uso de este calzado.
  3. Los pies cavos, con los dedos en garra, algo provocado por el uso frecuente de stilettos, son propensos también a lesión dérmica. Además, hay que tener en cuenta que las mujeres con laxitud y pronación aumentan la inestabilidad y, por tanto, son las que peor llevan lo del tacón.

 

Un calzado adecuado debe tener un quiebre (diferencia entre altura delantera y del tacón) máximo de tres centímetros, para que el peso corporal se reparta al 50% entre el talón y la zona de debajo de los dedos. No debe tener punta y debe ser de horma ancha, pues una horma estrecha provoca que la compresión actúe de igual manera que los impactos, haciendo que el hueso del juanete crezca.

El abuso de tacón implica dolor en el ante pié que se manifiesta en metatarsalgias, como fractura de estrés o síndrome de pre dislocación, dolor de cervicales debido a la postura, dedos en garra y lesiones dérmicas.